Recetas de café solo clásico y con aditivos

Cómo realzar el sabor
Hay algunos consejos que debes seguir para sacar el máximo partido al aroma y sabor de una bebida tonificante.

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Siempre que sea posible, muele los posos del café justo antes de prepararlo. Si tiene que moler el café de antemano, guárdelo en un recipiente bien cerrado, preferiblemente de cristal o cerámica.
La uniformidad del molido es muy importante. Si el tamaño de las partículas es muy desigual, algunas no tendrán tiempo suficiente para infusionarse y otras lo harán en exceso.
El aroma más intenso se conserva en un tueste medio.
Si desea disfrutar de un café con cuerpo, debe prescindir de los aditivos. Para realzar todo el sabor, los expertos aconsejan poner una pizca de sal común, no yodada ni marina, en el fondo de la jezza.
Al mismo tiempo, es una bebida que deja mucho espacio a la imaginación. Un chorrito de canela molida o cacao le da un nuevo toque. En Austria, por ejemplo, es costumbre añadir chocolate rallado y nata montada al café solo.
Esta vigorizante bebida debe tomarse recién hecha. Cuanto más tiempo pase, más perderá su sabor. También debe servirse en tazas calientes para conservar su sabor.
La receta básica
Según las preferencias, el café solo puede prepararse con una o dos graduaciones. Las recetas difieren no sólo en la cantidad de ingredientes, sino también en el método de preparación.

1 cucharadita de café molido;
200 ml de agua.
Preparación:

Verter los posos de café en una taza precalentada y añadir agua hirviendo.
Dejar hervir a fuego lento hasta que rompa a hervir, sin dejar que vuelva a hervir. Cuanto más tiempo siga cociendo el café a fuego lento, más aromático y con más cuerpo tendrá, así que no se apresure y añada más calor debajo de la máquina. Puedes añadir azúcar durante el proceso.
Apaga el fuego en cuanto la espuma empiece a cuajar. Déjala encendida durante 5-10 minutos. Añade unas gotas de agua fría a los posos de café.
Otro método de preparación: hierve agua en una olla, retírala del fuego, añade el café y cuécelo a fuego lento sin que llegue a hervir. Déjelo de 5 a 10 minutos.

Café molido de doble fuerza
La especialidad de este método es la infusión doble.

2-3 cucharaditas de café molido en grano;
200 ml de agua.
Cómo preparar:

Prepare el café según la receta básica. Déjelo infusionar unos minutos.
A continuación, repita el proceso, añada los granos de café restantes y vuelva a prepararlo, asegurándose de nuevo de que el líquido no hierve.
Déjelo hervir otros 5-7 minutos y viértalo en cuencos precalentados.

Recetas con más ingredientes
Con achicoria

1 o 2-3 cucharaditas de café en grano molido (según la intensidad elegida);
0,2 litros de agua;
Una pizca de achicoria.
La técnica de preparación es la misma que en la receta básica, pero inicialmente se echan los granos de café molidos en un turco, y la achicoria se envía con ellos. Esta variante también se conoce como “tordo negro”.

Especial con yemas

2 cucharaditas de café molido
50 g de azúcar;
1 huevo;
200 ml de agua;
¼ cucharadita de ralladura de limón molida.
Preparación:

Separar las yemas de las claras y batirlas con 1 cucharada de azúcar hasta que estén espumosas. Batir las claras del mismo modo, con el azúcar restante y montarlas a punto de nieve.
Hervir el café.
Verter la mezcla de yemas de huevo en el líquido caliente en un chorro fino, removiendo constantemente.
Verter en las tazas calientes.
Cubrir cada porción con 1 cucharada de la mezcla de claras aireada y espolvorear suavemente con la ralladura.

Esta no es la única forma de preparar café con huevo.

Con chocolate

Para prepararlo para dos, necesitas

2 cucharaditas de café molido;
20 g de chocolate;
300 ml de agua;
azúcar.
Vierte el café en una jarra y cúbrelo con agua fría. Llevar a ebullición dos veces antes de que rompa a hervir. Cocer a fuego lento durante 5 minutos. Partir el chocolate por la mitad, repartir los trozos en tazas y verter sobre la bebida caliente. Remover hasta que el chocolate se haya disuelto. Servir el azúcar por separado.