Recetas de café solo clásico y con aditivos

Si es posible, muela los granos de café inmediatamente antes de prepararlo. Si tiene que moler el café de antemano, guárdelo en un recipiente bien cerrado, preferiblemente de cristal o cerámica.
La uniformidad de la molienda es muy importante. Si el tamaño de las partículas es muy desigual, algunas no tendrán tiempo suficiente para infusionarse y otras se pasarán.
El aroma más intenso se conserva en un tueste medio.
Si quieres disfrutar de un café con cuerpo, prescinde de los aditivos. Para realzar todo el sabor, los expertos aconsejan poner una pizca de sal común, no yodada ni marina, en el fondo de la jezza.
Al mismo tiempo, es una bebida que deja mucho espacio a la imaginación. Una pizca de canela molida o cacao añade un nuevo toque. En Austria, por ejemplo, es costumbre añadir chocolate rallado y nata montada al café solo.
Esta vigorizante bebida debe tomarse recién hecha. Cuanto más tiempo pase, más perderá su sabor. También se recomienda verterlo en tazas calientes para conservar su sabor.